¿Cuándo te convertís en escritor? (o por qué no necesitás una estampita editorial para serlo)
- Dámaris Pettersson

- hace 7 días
- 2 Min. de lectura

Hay veces que se declaran opuestos autores y escritores como si fueran dos especies distintas: los autores, tipo lobos elegantes, que aparecen con luna llena y contrato editorial; y los escritores, más tipo perro doméstico, fiel, cotidiano, que escribe con ojeras y café recalentado. (Hola, sí, somos el segundo grupo. Con orgullo). No me queda otra que preguntar: ¿Qué me hace escritor? ¿Escribir? ¿Publicar?¿Tener un libro que tu tía muestra en todos los asados aunque nadie haya pasado de la página 23? (pero ella te ama, así que vale).
La sociedad todavía cree que “escritor” = “publicó un libro”, aunque la verdad es bastante menos glamorosa.
Un escritor es alguien que escribe. Punto.
Aclaro que yo creo en los niveles del escritor, pero es tema para otra publicación: principiantes, intermedios, avanzados y premium... aunque un buen escritor mantiene su ego tan en órbita que siempre se va a creer intermedio. Listo, lo dije.
Una escritora o un escritor es alguien que piensa en palabras, que mira el mundo con frases, que transforma sensaciones en algo que otros puedan leer, sentir o al menos reír. Publicar, sí, me parece que te convierte en autor. Pero escritor… eso lo sos desde antes. Desde esa primera nota en el celu a las 2.13 am.
¿Cómo saber si ya caíste en la trampa hermosa de ser escritor?
Escribís con intención. Aunque sea un poquito, aunque sea en un archivo que se llama “borrador FINAL FINAL posta”.
Tenés mirada propia.
Necesitás escribir.
Te importa cómo suena. (No digo que seas maniático/a… pero nos entendemos).
Entonces sí: ya sos escritor.
Y ahora que sabés que sos escritor… ¿qué sigue?
Acá viene mi parte favorita. Mi invitación es que no solo cumplas el sueño de tener un libro.¿Quién dijo que era uno? Si la gente tiene varios hijos… ¿por qué no varios libros?
Y si me preguntás, mejor escribir un libro, publicarlo y recién después plantar el árbol. Evitamos una maceta deprimida.
Así que sí:
Escribí tu segundo libro. Escribí tu tercer libro.
¿Por qué limitarte a uno, si tu cabeza ya está llena de historias, ideas y versiones tuyas que quieren salir?
Escribí tu segundo libro, tu tercer libro con eudokia
Lo primero es tener el borrador, y eso lo hacemos juntos, paso a paso.
Desde la primera frase hasta que tengas el libro en la mano.
Pedime una cita de 20 minutos en la que aclaramos ideas y vemos si conectamos para que te acompañe en la aventura de escribir tu libro (sea el primero, el segundo... el quinto...). Estoy a un mensaje de distancia.



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